Los padres aprecian la importancia de las revisiones dentales, del oído y de la vista de sus hijos, olvidando unas de las más importante de todas: la revisión de la columna vertebral. No esperemos a la aparición del dolor de espalda para visitar a un quiropráctico «PREVENCIÓN»
Muchos estudios actuales demuestran que el nivel físico, mental, social y profesional que alcanzamos de adultos, está inmensamente relacionado con la infancia. La primera subluxación de un niño, puede tener su origen en el útero como consecuencia de la posición del bebé en éste. Seguidamente, el proceso del parto, puede ser la fuente de esas primeras irritaciones, sobre todo si se tuvo que recurrir a fórceps y ventosas.
La prueba de la vitalidad y resistencia extraordinaria de los niños es la cantidad de caídas y choques a los que se exponen a diario, en general sin consecuencias. Sin embargo, con el tiempo, algunos de esos traumas menores irán participando en la formación de las primeras subluxaciones. Malas posturas, mochilas demasiado pesadas, mobiliario escolar inadaptado, etc; influirán en este proceso. Otros factores, como el estrés mental o una alimentación desequilibrada pueden estar presentes en esa edad y contribuir al problema.
Por esas razones el cuidado vertebral debe ser integrado en las revisiones rutinarias del niño, al igual que el cuidado dental. Además, la extraordinaria vitalidad y capacidad de recuperación del niño le permite responder de manera ideal, más rápida y más profunda que a los adultos.